El verano ha llegado y son muchas las recomendaciones que seguimos para salir a la calle estos días pero ¿y al conducir? ¿Afecta el calor a la conducción? ¿Qué podemos hacer para sobrellevarlo mejor?
Lo primero que debes saber es que cuando las temperaturas superan los 35 grados y nos ponemos al volante, nuestro cuerpo reacciona un 20% más despacio que si fuera hubiera 25 grados. Para que te hagas una idea, esta reacción tan lenta equivaldría a una tasa de alcoholemia de 0’5 graos por litro de sangre.
Por ello, tomar precauciones para conducir cuando estamos ante una ola de calor es algo necesario si queremos garantizar nuestra seguridad y la del resto de pasajeros.
1- Hidrátate y prepárate para conducir bajo el sol:
No importa que el trayecto que vas a hacer sea corto, en esta época del año lo más recomendable es llevar siempre un par de botellitas para evitar un golpe de calor o deshidratación.
Además, no olvides utilizar gafas de sol y ropa ligera para mantenerte más fresco si vas a realizar trayectos algo más largos. Y, por supuesto, ¡échate crema solar!
2- Hidrata también tu coche y vigila su estado
Igual que te recomendamos mantener tu nivel de hidratación, también es importante que revises de forma más periódica los niveles de tu vehículo y que te asegures de que ya ha pasado la ITV. Comprueba el nivel de aceite, el del líquido refrigerante y revisa que la presión de los neumáticos sea la adecuada.
Recuerda que, cuando el calor es más intenso los pinchazos aparecen más fácilmente si los llevamos con una mala presión.
3- Planifica el trayecto para evitar las horas de más calor
Si vas a hacer un viaje algo largo, lo ideal sería salir más pronto o más tarde por la noche para que no te pillen de lleno las horas de calor. ¡Pero cuidado! Tampoco es demasiado aconsejable conducir durante la salida y la puesta del sol ya que puedes acabar deslumbrado.
En caso de que los trayectos que hagas durante la ola de calor sean cortos, es decir, para ir al trabajo, a alguna piscina cercana, a la universidad… Lo más recomendable es, igualmente, evitar las horas de más calor pero si no hay más remedio, trata de elegir trayectos más cortos o que tengan más sombra.
Además, si vas a pasar por una zona en la que sabes que puede haber algún atasco… intenta evitarla.
4- Usa el aire acondicionado con cabeza
Si lo primero que haces al entrar en el coche es enchufar a tope el aire acondicionado y esperar a que salga el fresquito, lo estás haciendo mal. Y además estás desperdiciando energía
Lo más eficiente es abrir las ventanas los primeros minutos de viaje y, cuando el calor se haya disipado más o menos de forma natural, encender el climatizador o aire acondicionado.
Si en esos primeros minutos, además, dejas el aire encendido y las ventanas abiertas conseguirás que el aire frío empuje hacia fuera el aire caliente que aún queda en el coche. Esto se debe a que el aire caliente pesa menos y tiende a ir hacia arriba.
Una vez encendido, controla que esté entre los 21 y 24 grados, para que tampoco te dé un golpe de calor al salir del vehículo.
5- Aparca a la sombra o, al menos, usa el parasol
Sabemos que aparcar a la sombra es algo a lo que aspiramos cada vez que cogemos el coche en estos meses y que, evidentemente, si no lo hacemos es porque no nos queda más remedio. ¿O sí?
Si la calle de tu casa o tu oficina están a pleno sol, valora el aparcar en calles cercanas en las que sí de la sombra. Ten en cuenta también que la posición del sol va cambiando, así que mejor si lo dejas en un sitio donde dé la sombra antes de coger el coche.
Pero si te es imposible dejarlo a la sombra, al menos ponle un parasol. Lo ideal será cubrir el máximo de ventanas posibles ¡no solo el parabrisas! Compra un par de cortinas para las ventanillas laterales y no te olvides del cristal trasero. Sólo con esto puedes bajar la temperatura de tu coche hasta 6 grados.
6- Cuidado si viajas con animales
En verano, nunca, nunca, debes dejar a un animal solo en el coche ya que son mucho más propensos a los golpes de calor. Si vas a hacer un viaje largo, aprovecha las paradas para que también salgan del coche, se estiren y se refresquen.
El aire acondicionado o el climatizador debe estar en torno a los 24 grados, no mucho más bajo si fuera hace mucho calor… ya que puede darle el golpe de calor al salir.
En caso de que sea de vital importancia dejar a tu mascota sola en el coche durante un par de minutos (no más), asegúrate de dejar todas las ventanillas entreabiertas y un recipiente con agua fresca. Y, por supuesto, el coche a la sombra. Nunca lo dejes al sol si hay un animal dentro.