Seguro que alguna vez has escuchado que los coches rojos (o negros) son más peligrosos ya que tienen más accidentes (solamente por ser rojos) y que, por si fuera poco, también pagan más de seguro que el resto de coches.
¿Es esto realmente así? Lo cierto es que sí existen ciertos estudios que demuestran que hay cierta relación entre el color del coche y la posibilidad de accidente, así que los hemos recopilado para que lo tengas en cuenta antes de decantarte por un color u otro.
Nueva Zelanda: los vehículos plateados tienen menos lesiones graves.
El primer estudio probablemente sea el que realizó The Health Reasearch Council de Nueva Zelanda en el año 2003.
En él se demostraba que los coches grises o plateados tenían una probabilidad menor de sufrir accidentes con lesiones graves, en comparación con otros coches blancos. En el lado opuesto tendríamos a los coches marrones, negros y verdes con un mayor índice de siniestralidad con heridos graves.
Corea del Sur: los coches azules son los que más accidentes tienen
En la Universidad Nacional de Kunsan en Corea del Sur, hicieron otro estudio en 2013 con el que se clasificaba los automóviles. Esta clasificación estaba formada por 7 niveles (cada uno con un color) de mayor a menor ocurrencia de accidentes, que son:
- Azul
- Verde
- Blanco
- Rojo
- Negro
- Plateado
- Amarillo (dorado)
Por lo que los coches azules serían los que más accidentes tendrían frente a los amarillos, que se ven expuestos a una menor siniestraldad.
España: los colores oscuros tienden a tener más accidentes
La Universidad de Granada también llevó a cabo una investigación con los datos proporcionados por la DGT comparando los accidentes acontecidos entre 1993 y 1999.
La conclusión fue que los coches blancos y de colores claros como el amarillo, habían sufrido menos accidentes, mientras que la mayoría de siniestros se repartían entre los coches de colores gris, rojo, negro y azul.
Por qué hay más accidentes de coches según el color
Hay varias hipótesis que acompañan estos descubrimientos. La primera es que los colores claros tienen una mayor visibilidad tanto por el día como por la noche y, por tanto, es más difícil que tengan accidentes graves.
La otra teoría tiene que ver con la psicología de los conductores, ya que se asegura que los coches con colores oscuros están relacionados con una mayor agresividad al volante como acelerones, cambios de carril y una conducción un poco más temeraria.
De todas formas, los expertos aseguran que el color de la carrocería no debe ser tomado como el único factor que influye en un accidente, sino que es solo una pequeñísima parte.
El color no influye en el precio del seguro
Precisamente, como el color no es un factor determinante a la hora de verse o no involucrado en un accidente, la mayoría de compañías de seguros no tienen en cuenta el color para cobrar más o menos.
Según el portal Rastreator: “las compañías de seguros consultadas a este respecto desmienten que el color sea una prima extra que tengamos que pagar en nuestro seguro de coche. Sí tienen en cuenta factores valorativos como la edad del conductor, su historial de accidentes, las características y antigüedad del vehículo en cuestión, y el hecho de tener parking propio cubierto.”
Por lo que si te gusta el rojo o el verde para tu coche, no te preocupes, siempre que conduzcas con prudencia y lleves al día las revisiones en el taller y las inspecciones de la ITV, no debería suponer ningún problema.