Si hay algo que casi todos los conductores del mundo conocen de sobra es la señal de STOP. Es de las pocas que es universal: tiene forma de octágono, colores reconocibles y unas letras bien características.
Aunque se ha hablado de ciertos retoques tipográficos por parte de la DGT, aún no se sabe si se llevarán a cabo… pero en cualquier caso serán mínimos.
Multa por saltarse un STOP: 200€ y 4 puntos del carnet
La señal de STOP, como todo el mundo sabe, indica obligatoriedad de detenerse y si no lo haces estarás cometiendo una infracción GRAVE. Es por ello que si te lo saltas te quitarán 4 puntos del carnet de conducir y te multarán con 200 euros.
Sin embargo, existen solo dos situaciones donde este acto “atrevido” no está penado por la ley y ambas están relacionadas con la prioridad de las señales.
Las dos excepciones para saltarse un STOP (sin multa)
Como hemos indicado, saltarse un stop es una infracción GRAVE, pero hay dos momentos en los que puede hacerse. Ambos casos tienen que ver con el orden de prioridad de las señales, que sería el siguiente:
- Agentes de tráfico
- Señales de balizamiento
- Semáforos
- Señales verticales (donde se encontraría la señal de STOP)
- Marcas en el pavimento
Por tanto la primera excepción la encontraríamos cuando un agente nos indique que podemos seguir adelante.
Como las indicaciones de un agente siempre son la primera en prioridad, podrías “saltarte” ese STOP y no pasaría nada. De hecho, la obligación es hacer lo que indica el agente.
La segunda excepción seria (acudiendo de nuevo al orden de prioridad) al seguir las señales temporales o luminosas indicadas por cualquier tipo de baliza. Es decir: un panel luminoso de un coche de policía, conos hechos por un agente en la vía indicada… Igual que en el caso anterior, no solo puedes saltarte el stop sino que debes hacer lo que se indique en el balizamiento
La segunda y última opción es prestar atención a las señales temporales o indicaciones luminosas que se realicen con cualquier tipo de baliza. Esto incluye el panel luminoso de un coche de policía o cualquier señal hecha con conos por un agente en la vía por la que estás circulando.