Igual que las personas notamos la subida de temperaturas, los vehículos también lo hacen. Bueno, no es exactamente igual, pero también les afecta el calor intenso.
A pesar de estar equipados y adaptados para operar dentro de intervalos de temperatura, pero cuando el termómetro supera ciertos umbrales, algunas partes partes del automóvil pueden sufrir daños. Cosa que también pasa con las temperaturas muy frías.
¿Cuáles son las partes más afectadas por el calor?
Los elementos del automóvil más afectados por el calor, Independientemente de si son vehículos eléctricos o de combustión interna, serian los neumáticos y los frenos. Ambos se desgastan más rápidamente cuando las temperaturas aumentan.
Por otro lado, el funcionamiento de motor también puede verse afectado cuando hace mucho calor, ¡y puede afectar al consumo de combustible!… pero ¿con cuántos grados pasa esto?
¿Qué temperatura es perjudicial para el coche?
Cada componente del automóvil responde al calor en distintos márgenes. A partir de los 25 a 30 grados, el rendimiento del motor comienza a deteriorarse. Las altas temperaturas reducen la cantidad de oxígeno en el aire que ingresa al motor para el proceso de combustión, afectando su funcionamiento.
Como contramedida a esta disminución en el rendimiento, el motor tiende a inyectar más combustible de lo habitual, lo que resulta en un aumento en el consumo de gasolina (o diésel) del vehículo por encima de estas temperaturas.
Al mismo tiempo, la autonomía disminuirá. Cuando hablamos de temperaturas extremadamente altas, por encima de los 40 grados, la temperatura de trabajo del motor también podría verse comprometida. En los automóviles más antiguos, se debe mantener alrededor de los 90 grados, mientras que en los modelos más modernos, esta cifra se encuentra entre los 100 y 110 grados.
¿Influye el calor en los coches eléctricos?
El calor no influye tanto en el motor de un vehículo eléctrico, pero sí en su batería. Tanto las bajas temperaturas como las elevadas, tienen efectos negativos en este componente tan crucial para el funcionamiento de un coche eléctrico.
La temperatura óptima para el rendimiento de las baterías oscila entre los 14ºC y 25ºC. El exceso de temperatura acelera las reacciones electroquímicas que ocurren durante la carga y descarga de electricidad dentro de la batería. Por lo tanto, el calor reduce la vida útil de la batería de un automóvil eléctrico.
El calor también afecta a la persona que conduce
Finalmente, pero no menos importante, el calor puede representar un riesgo para la seguridad en la carretera, ya que puede causar deshidratación en el conductor, lo que afecta sus reflejos y respuestas. Se recomienda mantener el aire acondicionado en un rango de 21°C a 23°C, beber agua de manera constante y tomar pausas regulares cada dos horas o cada 200 kilómetros.