Los veranos cada vez parecen durar más y si vives en una zona donde el calor es intenso es probable que se te haga cuesta arriba en el día a día hasta que llegan las vacaciones.
Conducir a diario para ir al trabajo o hacer recados cuando hay más de 30, aunque sea en coche, es uno de los mayores quebraderos de cabeza. Además si has aparcado a pleno sol ¡prepárate! y si tu coche es de ciertos colores ¡prepárate aún más!
Los coches de colores oscuros se calientan más.
Parece una obviedad, pero en RACC hicieron hasta un estudio para comprobarlo. Aunque la conclusión a la que llegaron no sorprende a nadie, lo que sí puede dejarte con la boca abierta es la diferencia entre un vehículo y otro.
Se aparcaron dos vehículos al sol durante 60 mintos: uno blanco y uno negro. Los resultados fueron bastante concluyentes:
- El coche negro alcanzó los 80º C
- El coche blanco alcanzó los 63º C
La variación de temperatura, según indican en el informe, se hizo de forma progresiva aunque el incremento máximo se produjo durante los primeros 20 minutos de exposición solar directa. Quizá te sirva de referencia para saber lo que te vas a encontrar después de haber aparcado tu coche al sol.
¿Puedo quemarme si el coche está muy caliente?
Tras haber dejado el coche al sol unas horas, lo ideal es ventilarlo antes de ponernos en marcha para que baje la temperatura. Aunque fuera haga calor, no va a haber 60º (en principio), así que algo se refrescará.
¿Es posible quemarse? Si la superficie está muy, muy, muy caliente sí. No solo la carrocería, sino puede que también la tapicería del vehículo se haya calentado de más y te pueda producir una pequeña quemadura. Una razón de más por la que es importante ventilar antes de empezar la marcha en los días de más calor.
Un parasol también te ayudará a gestionar el calor del interior, porque aunque no lo creas, realmente sí evita que se alcancen temperaturas tan altas. Hará calor, sí, pero será más soportable que si lo dejas sin nada.
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