A partir del 20 de Mayo de 2018 entran en vigor las nuevas pruebas de la ITV. En estas nuevas inspecciones responden a la necesidad de la mejora de las condiciones de circulación de los vehículos para que sean más seguros y se cumplan las normas de seguridad vial para beneficiar a todos los conductores.
Uno de los puntos sobre el que más énfasis se va a poner es el de las modificaciones mecánicas que estén relacionadas con las emisiones contaminantes de los vehículos, uno de los temas que más preocupan actualmente. Para comprobar si se ha hecho o no alguna modificación pasará a utilizarse una nueva prueba con sistemas de diagnosis electrónicas.
En el caso de los motores diesel sabemos que se necesitan sistemas más complejos para emitir la menor cantidad de gases contaminantes. Uno de esos sistemas serían las EGR (las válvulas de recirculación de gases) o los Filtros Antipartículas (FAP). Estos elementos también empezamos a verlos en los motores de combustión con gasolina ya que son más modernos y limpios.
Pero algunos usuarios de vehículos diesel, queriendo mejorar aún más el rendimiento de los motores, han reprogramado la centralita del motor de los coches para conseguir una mayor potencia (reduciendo los márgenes de funcionamiento). Otros conductores deciden también bloquear elementos como las EGR y los FAP, para conseguir también ese aumento de potencia.
Pues bien, a partir de Mayo, con las nuevas medidas de la ITV será muy difícil esconder esas modificaciones (siempre que estén fuera de los márgenes legales) ya que se pueden consultar fácilmente con el sistema de diagnosis electrónico.
Por tanto, no te la juegues y no pongas en riesgo tu seguridad.