El grupo de expertos que asesora al Gobierno en materia de transición energética ha propuesto a través de un informe crear un impuesto asociado al consumo de carburantes y que pagarían los propietarios de los vehículos. Lo recaudado iría destinado a financiar la construcción y el mantenimiento de las infraestructuras viarias.
En el informe, el comité de expertos, asegura que las infraestructuras existentes tienen un impacto positivo en la economía y la igualdad entre los diferentes territorios, por lo que podría estar justificado que una parte de la inversión sea financiada con los presupuestos generales del Estado.
Pero también considera que los consumidores de los distintos productos energéticos deberían financiar las infraestructuras asociadas a su consumo como ocurre en otros sectores (luz, gas..)
Así, en el informe se plantean tres opciones para llevar a cabo esa recaudación:
- Crear un recargo al consumo de gasolina y gasóleo de automoción, lo cual permitiría recuperar gran parte del capital invertido en la red de carreteras así como su coste de mantenimiento.
- Establecer un sistema de “viñetas” emulando a otros países europeos, es decir, los propietarios de los vehículos pagan por el uso de las vías
- Una combinación de ambos.
Para los expertos, esa introducción de “viñetas” (un impuesto de circulación adicional que tiene una duración determinada) es necesaria ya que cada vez proliferan más los vehículos con combustibles alternativos y, por tanto, no se les podría aplicar el recargo.
El comité de sabios propone exenciones fiscales para mitigar el impacto de estos recargos -y de los nuevos impuestos medioambientales que plantea el informe- en colectivos sensibles como los profesionales del transporte o los agricultores.
El informe también llama a la necesidad de sustituir los actuales impuestos energéticos por otros más enfocados a penalizar los daños medioambientales. En concreto, plantea dos nuevos impuestos, uno para las emisiones de CO2 y otro para otras emisiones contaminantes (SO2, NOx y partículas).
Diferentes personalidades han criticado la medida propuesta, como el director general de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), Ramón Valdivia, que ha advertido del efecto negativo que tendría para el sector y las exportaciones españolas una eventual subida de los impuestos que gravan los carburantes.
También ha recalcado que el sector ya soporta bastantes impuestos -más de 10.000 millones al año- y se ha quejado de que regularmente “se vuelve la vista hacia la carretera” cuando se necesita aumentar la recaudación.
Asímismo ha criticado la tentación de “escudarse” en las emisiones de CO2 para justificar una subida impositiva a los carburantes, y ha explicado que los camiones y los autocares sólo representan el 6 % de las emisiones de CO2 de Europa, muy lejos de otras actividades como la generación eléctrica.