Los frenos son una de las partes más importantes de nuestro vehículo ya que nos permiten conducir con seguridad, de hecho, es casi lo primero que nos enseñan a utilizar en la autoescuela.
Solo en la Comunidad de Madrid se identifican unos 60.000 defectos graves en los frenos cada año y alrededor de 150.000 defectos leves, por lo que no deberíamos dejar para el último momento la revisión de nuestros frenos.
Su mantenimiento es crucial, pero muchas veces no sabemos interpretar correctamente las llamadas de atención que emite nuestro coche cuando hay un problema con los fallos e ignorarlo puede desembocar en un accidente con cierta gravedad.
Por ello, te vamos a traducir algunos de esos mensajes que nos manda nuestro vehículo en relación a los frenos:
El coche “chilla” al frenar
Si el coche emite un sonido como metálico, un chillido es que algo va mal… aunque puede darse por varias causas y unas son más urgentes que otras:
- Pastillas de freno desgastadas: si el chillido es constante seguramente sea por que las pastillas están más gastadas de lo que deberían por lo que baja su capacidad de frenado y pueden romper los discos de freno así que ¡a cambiarlas cuanto antes!
- Discos de freno en mal estado: si una vez cambiadas las pastillas sigues escuchando el chillido… malas noticias, el problema está en los discos de freno. Puede que se hayan deformado, que sean de mala calidad o cualquier otro motivo, pero los vas a tener que revisar y, seguramente, cambiar.
- Suciedad: puede que en un momento puntual escuches un chillido pero no le vuelvas a escuchar más. Esto es debido a la acumulación de suciedad ya sea por la propia fricción de la pastilla, por la acumulación de polvo por no haber usado el coche o por circular por carreteras de tierra o que no estén limpias. Si el ruido desaparece a los pocos kilómetros y de forma muy puntual, no te preocupes, pero si empieza a ser más constante ¡ve a hacer una visita al taller!
- Humedad: igual que el punto anterior, la humedad es uno de los motivos más comunes por las que nuestros frenos empiezan a chillar. Este ruido suele escucharse en invierno o en días de lluvia, pero no debería aparecer siempre, solo de forma esporádica. Si cada vez que llueve o te acercas a un charco suena por sistema, llévalo a revisar porque puede ser algo más grave.
El coche vibra y chilla
Si además de chillar notas como una cierta vibración es que hay algún problema entre las pastillas de freno y los discos y necesitas ir a revisarlo cuanto antes. No significa que ninguno de estos dos elementos estén en mal estado (de momento) pero puede ocasionar un desgaste mayor si no le pones solución a tiempo.
Se ha encendido un testigo en el cuadro de luces
Todos deberíamos saber que si se enciende un testigo del cuadro de luces es que hay algo que va mal ya que es la forma de nuestro coche de comunicárnoslo sin indirectas. En cuanto a los frenos puedes encontrarte dos escenarios:
- Testigo de pastillas de freno:
Aunque sea un testigo amarillo ¡no lo dejes pasar! Porque se enciende cuando el coche nota que las pastillas ya están excesivamente desgastadas y no se apagará hasta que éstas no se cambien. Con las pastillas desgastadas se aumenta la distancia de frenado y podrías no parar a tiempo y, por supuesto, con este testigo encendido no pasarás la ITV. Así que ve al taller más cercano.
- Luz de freno de mano:
Este seguro que lo conoces ya que se enciende siempre que el freno de mano está echado, pero ¿y si se ilumina cuando no lo tenemos activado? Pues es un aviso de que el líquido de frenos está por debajo del nivel indicado como normal por el fabricante o que las pastillas de freno tienen que ser reemplazadas.
Llevas muchos kilómetros sin revisarlo
Cada fabricante suele indicar sus plazos para cambiar o revisar los frenos, pero más o menos es recomendable es echar un vistazo cada 25.000 km. Por supuesto, cada vez que pasas la ITV te revisan a fondo el sistema de frenado, pero es mejor que lo tengas controlado más a menudo para evitar desgaste, sobre todo si utilizas mucho tu vehículo… y no solo por carretera, en ciudad también desgastamos mucho el freno.