9 ¿Falsos? Mitos sobre los neumáticos

Los neumáticos son uno de los elementos más importantes de nuestro vehículo y a menudo nos olvidamos de revisarlos hasta que llega el momento de pasar la ITV o un viaje largo. Y, en esos momentos, es cuando te van a llegar opiniones y consejos de todo tipo para que te ahorres unos eurillos pero ¿cuántos de esos consejos y mitos son falsos?

Hemos reunido los 9 que más hemos escuchado últimamente para aclararlos y que no te hagan el lío

Mito 1: Lo mejor es cambiar las ruedas de dos en dos. Mejor las de adelante primero y así las de atrás no harán falta hasta dentro de un par de años.

Esto es un mito a medias. Es verdad que si se cambian las ruedas siempre tiene que hacerse de dos en dos para seguir manteniendo el equilibrio. Si las cambias por mantenimiento (no por un pinchazo o similar) lo ideal sería cambiar las cuatro a la vez para que la proporción del desgaste se siga manteniendo y garantizar la máxima seguridad.

Si solo puedes cambiar dos debido a tu presupuesto, mejor que elijas las de tracción (que suelen ser las traseras) ya que te proporcionarán más estabilidad y agarre.

Mito 2: Las ruedas solo hay que alinearlas si cambias los neumáticos también.

Aunque depende del fabricante del vehículo, normalmente se recomienda alinear las ruedas cada 10.000 km para garantizar que siguen siendo estables. Así que podríamos decir que este mito es falso.

Mito 3: Si vas a inflar en neumático y no controlas bien te explotará en la cara por haberlo hinchado demasiado.

Esto también es una medio verdad ya que un neumático no va a explotar simplemente por hincharlo estando en reposo. Lo que podría llegar a pasar es que lo hayas hinchado por encima o por debajo de las recomendaciones del fabricante y que reviente al impactar con un bordillo o al coger un bache, por ejemplo.

Mito 4: El sistema de control de presión sirve para avisar de cuándo hay que cambiar el neumático

Es una afirmación falsa ya que lo que indica es que hay una pérdida de presión en alguno de los neumáticos. En la mayoría de los casos no hace falta cambiar del todo el neumático pero sí deberíamos hacer una revisión profunda de los cuatro si se nos enciende el piloto del sistema de control de presión y ponerle solución cuanto antes.

Igualmente, que no se encienda ese piloto no quiere decir que todo esté bien con tus neumáticos ya que no te avisa, por ejemplo, de si están desgastadas o tienen algún defecto en la rodadura.

Mito 5: poniendo tapones en las válvulas el aire no se escapará

Esto es rotundamente falso, los tampones impiden que entren partículas como el agua y el polvo del exterior pero no evita que se escape el aire. El aire de nuestros neumáticos se va escapando poco a poco inevitablemente (en mayor o menor medida según su estado)

Mito 6: Las ruedas de repuesto funcionan exactamente igual que las normales

Aunque puedes llevar una rueda “normal” de repuesto, es altamente improbable y seguro que lo que llevas es una rueda de repuesto temporal. Como su propio nombre indica, una rueda de estas características da respuesta a una solución a corto plazo y te permitirá circular durante un tiempo… el suficiente para ir al taller a cambiar los neumáticos.

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Mito 7: Si uso un kit de reparación es como si hubiese puesto un neumático nuevo

NO. Igual que pasa con las ruedas de repuesto, la mayoría de estos kits son, simplemente, una solución temporal hasta que cambies el neumático del todo. Si has tenido un pequeño pinchazo te servirá de momento, pero la recomendación siempre será ir cuanto antes al taller.

Mito 8: Usando ruedas más grandes y neumáticos de perfil bajo conducirás mejor

Es una idea bastante extendida pero lo cierto es que un neumático de perfil bajo no tiene por qué mejorar la conducción necesariamente. Por mucho que utilices este tipo de neumático también hay que tener en cuenta el ancho de la sección, el diseño de la banda de rodamiento y, por supuesto, el tipo de vehículo y las recomendaciones de su fabricante.

Mito 9: Los neumáticos recién fabricados son los que te aseguran un buen rendimiento

De nuevo, una medio verdad. Es cierto que el mercado evoluciona buscando avances e incorporándolos a los neumáticos que se van fabricando, pero todos tienen que haber pasado por una serie de controles que garanticen la seguridad.

Siempre que los neumáticos hayan sido almacenados de forma correcta y no tengan daños, se pueden utilizar y son igual de seguros y fiables que los más nuevos.

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