¿Te has preguntado alguna vez qué tipo de conductor o conductora eres?Aunque cada persona es diferente y se comporta de una determinada manera, sí hay ciertos patrones que se repiten. Cuando vamos conduciendo también pasa y hay algunos comportamientos que se repiten ante los atascos interminables, las maniobras repentinas de otra gente, los descuidos propios…
Aquí tienes los más repetidos según un estudio ¿en cuál crees que encajas?
El conductor agresivo
Este tipo de conductores y conductoras suelen tener problemas para controlar los nervios al volante. Es la típica persona que va a gritar o enfadarse ante cualquier maniobra que considere que está mal (que igual incluso lo está).
El claxon es su pieza del coche favorita y no dudará en utilizarla siempre que pueda.
Además, si te encuentras con un conductor o conductora agresiva y cree que le has perjudicado con alguna maniobra, no tengas dudas en que te lo hará saber… y puede que no de la mejor manera.
El conductor descuidado
Suele ser un perfil de conductor o conductora que está demasiado seguro de su manejo del volante y pasa por alto ciertas cosas. Esto hace que, además, no preste mucha atención más que a su propia conducción o lo que le rodea de cerca.
Por ejemplo, no avisa del cambio de carril porque se le olvida, no pone los intermitentes porque cree que no hace falta o lo hace mal, no se acuerda de quitar las luces largas y te deslumbra… Y como no presta atención, a menudo se le olvida dónde aparcó el coche, va siempre al límite de gasolina (porque ni mira cómo anda el depósito) y no se acuerda de pasar la ITV hasta que ve que la pegatina pone que se caducó hace un año.
El conductor exhibicionista
También conocido como “el típico flipao que pisa el embrague a fondo en el semáforo” o “la típica que pone la música para toda la calle”.
Es un poco como el anterior grupo pero peor, porque encima se pavonea y hace cosas que pueden poner en riesgo la seguridad. Una de las más típicas es conducir con una mano en el volante y la otra sacarla por la ventanilla, quitando capacidad de reacción.
Ojo, no te fíes con “reconocerlos” en coches tuneados o potentes, que este tipo de conductores son independientes del vehículo. A un exhibicionista le da igual tener el último ferrari que el seat toledo heredado de su abuela.
El conductor precavido
Es el ideal de conductor o conductora al que deberíamos aspirar. Se sabe las normas, las señales, los límites de velocidad ¡y los cumple todos!
No le entran los nervios y es capaz de mantener la calma ante imprevistos. Además, se preocupa por el resto de conductores: pone los intermitentes antes de hacer una maniobra, trata de no dar frenazos bruscos, utiliza el carril izquierdo solo para adelantar…
Hay quien dice que si te cruzas con un conductor así, tienes que pedir un deseo.
El conductor demasiado precavido
Al igual que el grupo anterior, estos conductores y conductoras se saben las normas… pero muchas veces las respetan a su manera.
Este tipo de personas se ponen nerviosas al volante por cierta falta de confianza y acaban cometiendo fallos. Suelen tardar más en arrancar, van más despacio de lo normal… que a priori parece que no es algo malo pero puede entorpecer el tráfico y crear situaciones peligrosas.
Y tú ¿encajas en alguno de estos perfiles? ¿Nos hemos saltado algún otro que habría que incluir?