Tu moto: a punto sin tener que salir de casa

Quedarse unos días sin salir de casa no tiene por qué significar que vayas a perder el tiempo. Limpiar, reordenar las estanterías, cocinar… hay mil cosas que hacer ¡incluso poner a punto tu moto sin tener que pasar por el taller!

Antes de nada, si no eres muy hábil, mejor será acudir a los expertos, pero si te atreves, hay cosas que puedes hacer en tu propia casa o garaje.

Pero ¿por dónde empezar? ¿qué puedo hacer que sea fácil y no liarla? Te contamos algunas tareas sencillas

Revisa el nivel el aceite de la moto

El aceite es super importante para que la moto funcione correctamente y evitar averías graves.

Para comprobar el nivel de aceite puedes utilizar el ojo de buey o la varilla. Te recomendamos hacerlo con el aceite templado que sería unos 10 minutos después de haber parado el motor. Si vas a hacerlo sin salir de casa, pues enciéndelo un poco para que se temple y hacerte mejor a la idea.

También debes mirar bien que la moto no “suda” por ninguna junta, que no suelta gotas de aceite o de gasolina y que, en general, no se ve nada extraño.

Recuerda que para cambiar el aceite es mejor ir a un profesional ya que, más que complicado, es un proceso muy delicado y a la mínima te la puedes cargar. Para saber cada cuánto debes cambiarlo, deberías comprobar lo que recomienda el fabricante.

Aprieta los tornillos de la moto

Muchas veces las averías surgen por los problemas más simples, como que los tornillos estén flojos.

De vez en cuando puedes coge un destornillador (que seguro que tienes alguno por casa) y revisar que no haya ninguno suelto. También puedes ayudarte de una llave allen o de una carraca para que sea más cómodo ¡y que no te quede ni uno flojo!

Limpia las zonas más escondidas

Si te has puesto a apretar tornillos que ni sabías que existían, lo más probable es que hayas visto bastante suciedad en general… ¡pues a limpiar se ha dicho!

Las zonas de difícil acceso es donde más roña se acumula por razones obvias así que revisa bien ciertas partes como:

  • Los puntos de anclaje
  • Los carenados por dentro
  • El guardabarros trasero
  • El paso de la rueda
  • Etc

Parece una tontería pero si dejas que se acumule, a la larga será peor.

Pon a punto el sistema de frenos

Aquí va a depender un poco más lo manitas que seas. Pero lo básico que puedes hacer es mirar a fondo cómo están los frenos y lo que les rodea.

Pon especial atención a las pastillas de freno y comprueba bien el grosor de las pastillas interiores, que son las que se desgastan antes. Comprueba también el alojamiento de las pastillas y como seguro que tienen una buena capa de polvo y suciedad, límpialo en condiciones.

Ya que te pones, también puedes engrasar los pistones de la pinza y, si te atreves, puedes desmontarlo y asegurarte de que los tornillos de la pinza están bien apretados.

Purga el líquido de frenos

Una vez que te has puesto con el sistema de frenos, si quieres ir un paso más allá, te vamos a contar cómo purgar el líquido de frenos.

Vas a tener que tener a mano:

  • Líquido de frenos nuevo (o en buen estado). Si no sabes cuál es exactamente, en la tapa del depósito se indica cuál es, así que cero drama.
  • Destornilladores y llave allen.
  • Un macarrón transparente para transferir el líquido o un sistema similar para transferir el líquido.
  • Un trapo para limpiarlo todo

Antes de ponerte, ten en cuenta que el líquido de frenos es corrosivo así que ten mucho cuidado tanto con tu propia ropa como con la carrocería.

El proceso de cambiarlo es relativamente fácil: levanta la tapa del depósito y verás un tornillo de purgado. Aflójalo y coloca el macarrón en la zona superior y empieza a bombear la maneta del freno para que el líquido “viejo” vaya saliendo.

Al mismo tiempo (y es importante que sea al mismo tiempo), tienes que ir llenando el depósito del líquido de freno. Es necesario ir llenándolo a la vez para que no se llene de aire. Para saber que el proceso ha acabado, debes observar el líquido que va saliendo por el macarrón: si no sale con impurezas ni burbujas, es que has acabado.

Engrasa los puntos claves

Ya puestos a mancharte las manos, aprovecha y haz todo lo necesario para que tu moto vuelva a estar como nueva. Engrasarla es algo que no se suele hacer, o que si se hace es tan de vez en cuando que ya ni te acordarás de la última vez.

Así que aprovecha y dale un poco de grasa a los rodamientos, manetas, palancas… seguro que te sorprende cuando vuelvas a rodar con ella.

Recuerda que el mantenimiento debe hacerse cada cierto tiempo y no solo cuando nos toca ir a la ITV. porque es vital para el funcionamiento de la moto ¡y por tu seguridad!

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