Si tu coche tiene un tiempito es posible que su rendimiento empiece a disminuir y que notes “cosas” cada vez de forma más frecuente. Pero ¿cuándo ir al taller? Lo ideal sería revisarlo al menos una vez al año (o antes de pasar la ITV al menos) pero si notas alguna cosa rara, ve cuanto antes para evitar que la avería crezca.
Una de las averías más comunes con el paso del tiempo es que el coche ya no acelera como antes (o no acelera directamente). Esa pérdida de potencia es una señal bastante evidente de que existe un problema… pero no siempre es el mismo. Seguramente sea por uno de estos tres motivos.
1. El filtro del combustible está sucio y el coche no acelera.
Una de las causas más frecuentes por las que el coche no acelera bien es por tener el filtro del combustible sucio. Se trata de un elemento que impide que la suciedad de fuera entre a partes tan importantes como el circuito de inyección, el de alimentación, a la bomba de presión o a los inyectores de tu vehículo.
Normalmente se estropea por un mantenimiento pobre, porque le haya entrado humedad o porque estés utilizando un combustible de mala calidad.
Si tu coche no acelera por tener el filtro de combustible sucio, en la gran mayoría de los casos te va a tocar cambiarlo por uno nuevo. Se puede limpiar pero no se aconseja ya que pueden quedar restos de partículas y, al final, se acabará estropeando otra vez más pronto que tarde.
El precio para un nuevo filtro de combustible varía en función del modelo del vehículo pero suele estar entre los 50 y los 100€ (con la mano de obra aparte).
2. Un problema en el embrague que no permite acelerar
Otro de los motivos por los que el coche no te responde del todo bien cuando pisas el acelerador es el embrague. Los problemas con el embrague pueden ser, por ejemplo, una deformación tras un calentamiento excesivo o que no se acople correctamente con la caja de cambios. Si esto pasa, afectará a la capacidad del coche para acelerar ya que no permite que las marchas se adecúen a la velocidad del motor.
Si te toca cambiar el embrague, el precio es bastante elevado, de hecho es una de las reparaciones más caras. Como mínimo el precio ronda los 600€ pero puede aumentar dependiendo del tipo de combustible, del volante que tenga tu coche y de si hay que cambiar algún otro elemento más.
3. La correa de distribución no funciona correctamente
El tercer motivo más frecuente por el que tu vehículo no arranca es por problemas con la correa de distribución. Es un elemento realmente importante y que puede causar averías mucho mayores que, en algunos casos, hace que los conductores no lleguen a arreglar el vehículo por el elevado precio que esto supone.
Para evitar desgracias mayores, hay que revisarla de forma periódica y cambiarla antes de los 100.000 km (o 120.000 como mucho).
En caso de que se rompa y tengas que cambiarla lo mínimo serían unos 350-400€ que es lo que cuesta la correa en sí. Pero como decíamos antes, su rotura afecta a más componentes del motor y puede llegar a costar hasta 3.000 euros entre unas cosas y otras.